TAREA 18
En ese pasillo de innumerables puertas se encontraba Nathan todas las noches. Siempre el mismo interminable pasillo con las mismas puertas de madera antigua y con el mismo número en cada puerta: el 57.
Nathan es consciente de que está soñando pero no tiene control sobre lo que pasa en el sueño.
Cada noche abre una puerta diferente y se encuentra lo mismo; un precipicio más profundo de lo que la vista logra alcanzar.
Todos los días intenta avanzar en el sueño unos pasos y tirarse al vacío pero, aún sabiendo que está siñando, nunca es capaz de hacerlo.
Cierra la puerta y vuelve al pasillo en busca de otra puerta que lo lleve a la salida sin tener que saltar.
Todavía no ha logrado encontrarla y todas las noches vuelve a ese pasillo de innumerables puertas en busca de la salida.
Nathan es consciente de que está soñando pero no tiene control sobre lo que pasa en el sueño.
Cada noche abre una puerta diferente y se encuentra lo mismo; un precipicio más profundo de lo que la vista logra alcanzar.
Todos los días intenta avanzar en el sueño unos pasos y tirarse al vacío pero, aún sabiendo que está siñando, nunca es capaz de hacerlo.
Cierra la puerta y vuelve al pasillo en busca de otra puerta que lo lleve a la salida sin tener que saltar.
Todavía no ha logrado encontrarla y todas las noches vuelve a ese pasillo de innumerables puertas en busca de la salida.
Comentarios
Publicar un comentario